“Hasta la fecha hemos desplegado una primera ayuda a través de INDAP para alimentación animal por casi 44 millones de pesos en dinero junto con 71 toneladas de cubos de alfalfa. Nuestro foco ha sido llegar rápidamente y de la forma más eficiente posible para que los pequeños agricultores puedan alimentar a sus animales ya que se han perdido muchas praderas naturales”, así indicó la seremi de Agricultura, Ana Muñoz, al dar cuenta de las acciones de apoyo a los afectados por incendios forestales en el agro.
La autoridad agregó que hay varias medidas que se están aplicando actualmente por los servicios del agro y en colaboración con otros organismos. “INDAP decretó una prórroga automática de créditos para las cuotas que vencen el primer semestre. Con SAG creamos el Comité de emergencia dimensión animal para coordinar la ayuda de rescate de fauna silvestre y apoyar a animales heridos por efecto del fuego o del humo. Además, el ministerio declaró a las 30 comunas de la región en emergencia agrícola por efecto de los incendios”.
En cuanto al levantamiento de información, la SEREMI informó que los servicios del agro y los municipios continúan catastrando afectados a través de una misma plataforma, “lo que permite ir consolidando los datos de manera más rápida y uniforme”, agregó.
Hasta el 27 de febrero se había catastrado en la región un total de 257 agricultores, de los cuales 80 son mujeres. Los afectados se localizan en 10 comunas y el 60% son usuarios de INDAP. Las comunas que registran mayor cantidad de personas con daños son San Javier con 85 y Cauquenes con 83.
El catastro consigna 7.531 animales entre vacunos, ovejas, cabras, cerdos, caballares y aves. De dicho total han muerto 414, mayormente cabras. En este momento hay 7.022 animales que requieren alimentación, los que se están atendiendo de manera prioritaria. En el rubro apícola se ha catastrado un total de 2.506 colmenas, de las cuales 1.100 contaban con el seguro apícola. De dicho total, hay 2.473 afectadas por los incendios.
Además, se registran 215 hectáreas de cultivos dañadas por los incendios, siendo la mayor superficie correspondiente a forrajeras, con 200 hectáreas; luego siguen 8 hectáreas de frutales, principalmente vides viníferas, y 6 hectáreas de hortalizas como sandías, zapallos y cebollas.
Los incendios han afectado también la infraestructura productiva de los agricultores, siendo las pérdidas más importantes los cercos, con un equivalente a 121 kilómetros lineales de alambres y polines. Además, se quemaron 6 corrales, 7 bodegas, 1 invernadero y 3 obras de acumulación de agua de riego.