Denominado como el “fantasma de los Andes”, el Gato andino o Gato montés andino (Leopardus jacobita) es el felino silvestre más amenazado de América, y uno de los más vulnerables y menos conocidos del mundo entero.
Por esta razón, el registro de un ejemplar captado en una cámara trampa del parque nacional Radal Siete Tazas llamó la atención de los guardaparques que calificaron el registro como “inesperado, sorprendente e histórico”, esto último dado que las imágenes obtenidas se encuentran a más de 200 kilómetros de los registros más australes existentes en chile hasta la fecha, según la bibliografía especializada.
Cabe recordar que el monitoreo estandarizado con cámaras trampas se ejecuta en el Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE) y es llevado a cabo por la Corporación Nacional Forestal (CONAF). Esta herramienta ha permitido registros históricos de especies en distintas categorías de conservación, algunas de ellas como este felino, en peligro de extinción. El sistema está en funcionamiento en el parque Radal Siete Tazas desde el año 2019.
Este enigmático felino de mediano tamaño presenta una distribución fragmentada en cuatro países: Perú, Bolivia, Argentina y Chile, teniendo una muy baja densidad poblacional y asociado a hábitat rocosos de la Cordillera de los Andes en donde esté presente su principal presa, la vizcacha de montaña (Lagidium viscacia).
Dentro de sus principales amenazas se encuentran la caza, las actividades mineras y la potencial contracción de su hábitat ante un escenario de cambio climático, por lo que se considera que sus poblaciones van en decrecimiento de acuerdo a la opinión de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN).
Particularmente en territorio nacional, hasta hace poco tiempo sólo se contaba con registros en la zona altiplánica del norte grande del país; sin embargo, en los últimos años se han obtenido importantes registros en las regiones de Valparaíso y Metropolitana, extendiendo su distribución notablemente.
Aldo Reyes, administrador del Parque Radal Siete Tazas, explica que “el cuerpo de guardaparques del Parque Nacional Radal Siete Tazas viene desarrollando desde el año 2019 un monitoreo estandarizado con cámaras trampas para dar seguimiento a algunos de sus objetos de conservación como son los carnívoros nativos, y algunas de sus amenazas, como los perros domésticos y el ganado. Fue así, como en el monitoreo desarrollado esta temporada 2022-2023, en una de sus cámaras instaladas en la estepa altoandina del parque nacional, se obtuvo el registro más austral de Gato andino en Chile, a más de 200 kilómetros al sur de los registros existentes para la especie hasta ahora”.
Según detalla José Caro, veterinario del Departamento de áreas silvestres protegidas de Conaf Maule, “Este registro histórico confirma las historias de los arrieros de la zona que hablaban de la presencia de una nueva especie, ‘un gato pálido y pequeño´ en la cordillera de los Andes. En el mismo sitio ya se habían observado antes imágenes de vizcachas, y también se habían obtenido registros de otro felino silvestre, el gato colocolo, pero a diferencia de este último, el gato andino se caracteriza por ser un animal más bien nocturno, de nariz oscura, cola larga y gruesa, y franjas incompletas en las patas delanteras”.
“Con este importante registro se abren nuevas preguntas y desafíos para la conservación de la especie”, indica Felipe Barrios, jefe del departamento de Áreas Silvestres Protegidas de Conaf Maule. “Esta población, al igual que la de la Metropolitana y la de Valparaíso, está entre las dos Unidades Evolutivamente Significativas (ESU) que se pensaban de la especie hasta hace algunos años, pero ¿Con qué poblaciones está más emparentada?, ¿Es una población permanente?, ¿Qué amenazas podría tener en la zona? Evidentemente se abren nuevos horizontes en la conservación del Gato andino en Chile, gracias al trabajo y esfuerzo de los guardaparques de Parque Radal Siete Tazas”, sentenció.