Nuestra de red de salud, tanto de atención primaria como de hospitales se encuentra preparada para el diagnóstico, tratamiento y control para los usuarios con sospecha y diagnóstico de tuberculosis. Así lo indica el enfermero Juan Andrés Palacios Figueroa, asesor del Departamento de Hospitales y Dispositivos de Atención de Salud del Servicio Salud Maule.
“Nuestra red cuenta con la tecnología de punta. Hoy tenemos biología molecular para hacer el diagnóstico de esta enfermedad y eso es fundamental para que los equipos puedan identificar a sus pacientes y también los usuarios logren acceder a una atención oportuna y de calidad. Por lo mismo, es fundamental que las personas, presentando sintomatología, inmediatamente consulten”, explicó el profesional.
La tuberculosis es una enfermedad infecto contagiosa, que la produce el mycobacterium tuberculosis, bacteria que puede afectar principalmente a los pulmones y también a otros órganos de nuestro cuerpo, como los riñones, la columna vertebral y el cerebro, aunque solo la pulmonar es contagiosa.
El registro en la región del Maule indica que el año 2019 se presentaron 129 casos; el año 2020 88 personas desarrollaron esta patología; 118 casos el año 2021 y a la fecha ya se han evidenciado 60 personas afectadas por la enfermedad.
Aunque esta patología la podría sufrir cualquier persona, existen grupos de riesgo ya identificados, como adultos mayores, personas en situación de calle, quienes sufren de alcoholismo severo, privadas de libertad o usuarios que presentan diabetes. También en población migrante que no cuenta con las medidas preventivas adecuadas, se ha apreciado esta enfermedad.
Por lo mismo el Ministerio de Salud cuenta con una política de salud pública de acceso universal al diagnóstico, tratamiento y control de la enfermedad. La línea de trabajo en la región baja a través del Servicio de Salud Maule, a través del Programa de Control y Eliminación de la Tuberculosis, PROCET.
En la sintomatología de la tuberculosis cuando afecta los pulmones lo más característico es la tos con expectoración que dura 15 días o más, fiebre, baja de peso, sudoración nocturna, aunque solo con el diagnóstico y examen de bacteriología se puede confirmar la presencia de la enfermedad, la que se puede contagiar de persona a persona a través de pequeñas gotitas diseminadas en el aire al toser o estornudar.
Un diagnóstico tardío o una mala adherencia del usuario al programa, es decir, que no siga el tratamiento y no se tome los medicamentos adecuadamente, pueden llegar a causar incluso la muerte.
Cabe destacar que la vacuna contra la tuberculosis que es suministrada en la niñez, solo protege contra las manifestaciones más graves de la enfermedad, buscando evitar la tuberculosis meníngea, es decir, la que afecta al cerebro.