Un centenar de hogares e igual cifra de departamentos hay actualmente en la parte urbana norte de Talca, estando insertos en el barrio “Dionisio Astaburuaga” que totaliza alrededor de 600 personas, básicamente adultos mayores.
Su historia es tan bella como extensa y no en vano fue por décadas la puerta norte de la capital regional, ostentando además un exitoso club de fútbol amateur y siendo cuna y génesis de diversos personajes clave en la historia comunal y regional. También fue uno de los iconos del terremoto de 2010 que, en segundos, convirtió en escombros una serie de edificaciones en altura.
Afortunadamente hoy sus habitantes sonríen por cuanto la Junta de Vecinos “Dionisio Astaburuaga” se adjudicó gracias al Gobierno, a través del Ministerio de Desarrollo Social y Familia y del FOSIS, un cuantioso proyecto que le permitió solucionar la carencia de equipamiento existente en su sede comunitaria, comprando diversos artículos de loza, vasos, una asadera de acero, bandejas, un cilindro de gas, un horno eléctrico y 33 sillas nuevas, entre otros.
Víctor Castro, Presidente de la agrupación, sostiene que en su barrio “somos más de 500 personas. Si bien no todas participan, en la sede hacemos de todo y se presta una gran labor social. Hace poco nos entraron a robar y se llevaron casi todo, pero afortunadamente apareció el FOSIS y nos entregó más de 2 millones de pesos para poder comprar lo que priorizamos entre los vecinos, así es que estamos muy contentos porque siempre después de la tempestad viene la calma”.