Dentro de las consecuencias del cambio climático en Chile, se encuentran las temporadas de incendios forestales que se han adelantado e intensificado, tal como ocurrió el año 2017, en la región del Maule, donde se vieron cerca de 300.000 hectáreas afectadas.
Los incendios forestales, en especial los de alta intensidad, afectan la fertilidad natural del suelo, reduciendo los servicios ecosistémicos y su biodiversidad, desmejorando el nivel de nutrientes de los alimentos y en consecuencia empobreciendo a la comunidad que se dedica a su cultivo.
Debido a esto, el Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN) con el apoyo de la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) realizó un inventario de erosión para cuantificar la pérdida de suelos.
Los resultados del estudio permiten conocer el estado actual de los procesos erosivos, que significaron un impacto a nivel ambiental y socioeconómico para las 11 comunas declaradas bajo emergencia ambiental durante ese período, analizando 29 cuencas hidrográficas de gran interés ecológico y productivo.
Estos datos servirán para reactivar la productividad en el diseño de políticas públicas de recuperación de suelos, lo que beneficiará directamente a agricultores. Además, ayudarán en la implementación de estrategias nacionales de cambio climático, y serán una herramienta de gran valor para la toma de decisiones.
La Seremi de Agricultura de Maule, Ana Muñoz Muñoz, comentó la importancia de este estudio en especial el resultado de valorización económica de perdida de suelo: “Nos parece muy interesante el resultado de este estudio realizado por CIREN que permitió estimar la pérdida de suelo en el área afectada por los mega incendios de 2017, abarcando 11 comunas de la región, y que demostró que las comunas más afectadas fueron Constitución y Empedrado. La importancia de este inventario es que entrega una valorización económica de estos procesos de erosión, con una cifra estimada de 7.400 millones de pesos por año”.
La información se capturó a través de técnicas geomáticas generadas por el sensor LiDAR, que se utilizaron en conjunto con imágenes satelitales y modelos de elevación de terreno obtenidos de las propiedades físicas de suelo. Con esto, se obtuvo una cartografía digital de los estados erosivos actuales, junto con una estimación y valoración económica de la perdida de los suelos.
Agregó la Seremi de Agricultura respecto de la utilidad del estudio: “Esta identificación de las zonas erosionadas nos va a permitir realizar prácticas de conservación de suelos y orientar programas de transferencia técnica y educación a los agricultores y propietarios forestales así como a las comunidades locales”.
De las comunas incluidas en el estudio, Constitución y Empedrado fueron las más afectadas por los incendios forestales. Constitución tiene 62% de su superficie quemada con cerca 120.000 hectáreas (ha) con algún grado de erosión. Mientras Empedrado, figura con el 92% de su superficie comunal quemada de 54.000 ha con algún grado de erosión.
A nivel local, las zonas rurales con mayores superficies degradadas actuales corresponden a Pichamán, El Mellico, Putú y los Pellines (Constitución), Las Garzas y Sauzal (Cauquenes) y Provoste (Empedrado), estas áreas superan las 20.000 ha con algún grado de erosión del suelo.
Mientras que hay 6 localidades que superan las 5.000 ha con riesgo grave o erosión severa a muy severa, estas son Pichamán y El Mellico (Constitución), Nirivilo (San Javier) Patacón (Hualañé), Puico (Empedrado) y San Manuel (Cauquenes).
Desde CORFO, el ejecutivo técnico, Iván Vergara, señaló que “junto a Minagri y CIREN hemos trabajado desde el 2019 coordinadamente en este Bien Público, el cual se convertirá en un insumo clave para la gestión sostenible de nuestros recursos naturales.”
“El levantamiento de estos datos además permite actualizar la última información obtenida en el Inventario de Erosión Nacional realizado el año 2010, en el marco del Programa de Incentivos para la Recuperación de Suelos Degradados, para una mejor toma de decisiones y aportar con información eficaz a nuestro medioambiente y los agricultores de la zona”, dijo al respecto el técnico de CORFO.
Mientras tanto, la Directora Ejecutiva de CIREN, Katherine Araya recalcó que “es de suma importancia democratizar esta información y hacerla accesible al público para lograr una efectiva recuperación de los suelos afectados por la erosión, que es uno de los problemas ambientales más significativos del sector silvoagropecuario”.
Cabe destacar que en su etapa de difusión, el estudio ha realizado varias charlas de entrega en distintas comunas de la región del Maule, tales como Constitución, Cauquenes y Curicó. La última de estas charlas fue en Talca con la presencia de la Seremi de Agricultura acompañada por otras autoridades de la región del Maule y junto al equipo desplegado en terreno por CIREN.
Sobre estos conversatorios, el Jefe de Erosión de CIREN, Dr. Juan Pablo Flores señaló que “en esta gira que estamos realizando por la región de Maule, hemos detectado gran interés de las personas, estuvimos en Constitución revisando toda la cartografía de erosión que impactaron gravemente los incendios forestales y tuvimos invitados tan especiales como la Corporación Chilena de la Madera (CORMA), que han dado su visión importante del cuidado y uso del recurso suelo.”
El profesional agregó: “en Cauquenes pudimos contar con la presencia del delegado de la provincia. En Curicó participó CONAF e INDAP y distintas academias de la región, hemos estado muy contentos con la gran participación y satisfechos de poder invitar a todos a los próximos cursos SIG que se realizarán en el mes de julio».
Durante el mes de julio se realizarán cursos SIG en Cauquenes, Talca, Constitución y Curicó para las personas interesadas en aprender a usar la herramienta. Conoce más de este estudio en http://erosionmaule.ciren.cl/ o www.ciren.cl